Las grandes pasarelas internacionales han mostrado, durante el pasado mes de septiembre, las colecciones con las que los grandes diseñadores quieren marcar tendencia durante la primavera-verano de 2014.
Y, aunque los organizadores de los certámenes de Nueva York, Madrid, Londres, Milán y París se han mostrado satisfechos con el desarrollo y la acogida que han tenido tanto entre los profesionales como entre en el gran público, incluso los propios creadores reconocen las dificultades a las que se enfrentan para seguir manteniendo el mejor nivel en cada presentación.
Por ello, su objetivo es seguir avanzando buscando nuevas fórmulas tanto para elaborar las colecciones como para darlas a conocer y, por supuesto, ampliar fronteras y abrir nuevos horizontes –especialmente en el caso de las figuras emergentes-.
Así, por ejemplo, este año han sido cuatro las firmas españolas que han mostrado sus diseños en Nueva York –Desigual, Delpozo, Custo y Pedro del Hierro- y una en París –Juanjo Oliva-. Unas apuestas que, tal y como ellos mismos afirman, les permite abrirse a nuevos públicos e, incluso, contemplar la posibilidad de firmar nuevos acuerdos comerciales con, fundamentalmente, clientes asiáticos –un mercado que, en los últimos años, está especialmente interesado en el mundo de la moda occidental-.
Igualmente, son cada vez más los modistos que, conscientes de la situación económica actual, buscan acercar sus creaciones a prácticamente todos los bolsillos. Por esta razón, se ha observado un aumento de las colaboraciones entre los diseñadores y diferentes empresas de moda, que acercan la pasarela al vestir cotidiano. Uno de los secretos para conseguirlo es emplear tejidos de alta calidad pero más económicos y adaptar las piezas a las necesidades del día a día, lo que permite que sean más asequibles.
Por otra parte, y según hizo especial hincapié en la apertura de la Semana de la Moda de Londres Natalie Massenet –presidenta del British Fashion Council y fundadora de una de las tiendas de moda on-line con más éxito en todo el mundo-, otro de los pilares sobre los que se debe asentar el futuro de la moda es apostar fuerte por los nuevos creadores y facilitarles el acceso a la formación y el desarrollo de sus ideas.