Hombres que desfilan en pasarelas internacionales vestidos de mujer y mujeres que protagonizan campañas de ropa masculina. Las voces más críticas lo consideran una extravagancia prescindible, pero lo cierto es que, hoy por hoy, en el mundo de la moda lo importante no es el género, sino el concepto de belleza.
Tal vez los modelos andróginos más conocidos actualmente son Andrej Pejic y Erika Linder. Pejic, un muchacho de origen bosnio que tuvo que huir a Australia con motivo de la Guerra de los Balcanes, comenzó su carrera en el mundo de la moda con tan sólo 16 años.
Su falta de musculatura hizo que no le aceptaran como modelo masculino, pero la agencia en la que trabajaba apostó por su androginia como una oportunidad para abrirse hueco en el mundo de la moda femenina.
Finalmente, su debut en la Semana de la Moda de Sydney lo lanzó de tal forma que, en 2010, Jean Paul Gaultier lo convirtió en el protagonista indiscutible de sus campañas y sus desfiles, en los que todos le preguntaban por "esa chica" rubia y delgada.
A partir de entonces, diseñadores de la talla de Raf Simons, Paul Smith o John Galliano han contado con él para sus colecciones masculinas, pero también ha habido otros que le han hecho protagonista de sus diseños femeninos –como el caso de Steven Meisel- e, incluso, ha desfilado vestido de novia para diferentes firmas –entre las que se encuentra la española Rosa Clará-.
Igualmente, ha realizado todo tipo de campañas publicitarias en las que se ha jugado con su androginia. Una de las más destacadas fue 'Battle for the sexes' (Batalla por los sexos) de Forward, que coprotagonizaba con la modelo sueca Erika Linder, caracterizada también por su ambigüedad pero al revés que Pejic: ella es una chica a la que no le resulta extraño meterse en el papel de un chico.
De hecho, no dudó en caracterizarse como un joven Leonardo di Caprio para la portada de la revista Candy en 2011, o de reconocer en su cuenta de twitter que tiene "demasiada imaginación para pertenecer a un solo género".
Lo que no cabe duda es que ellos ni son los primeros ni, probablemente, serán los últimos modelos andróginos, y que tal vez esta sea una tendencia en el mundo de la moda que acabe consolidándose como una vía alternativa.